jueves, 31 de marzo de 2011

Sin aire

No tengo los suficientes ovarios como para seguir adelante con mi vida y pasar de mi ex. Pero tampoco soy los suficientemente lerda y camicace como para volver con él.

Un ápice de sensatez es lo que sostiene la barrera entre X y yo. Y una ápice de esperanza, un mucho de credulidad y cantidades ingentes de nostalgia, es lo que me impide cerrarle la puerta en las narices definitivamente, y que siga soñando con su piel, con su pelo...qué pelo tan bonito tiene X, y qué guapo está despeinado después de hacer el amor.



lunes, 28 de marzo de 2011

Dejar y ser dejado

Cuando te deja alguien a quien quieres, es una putada. Siempre. Aunque esa persona en verdad no te haga suficientemente feliz, es una putada. Pero dejar a alguien también es muy duro. Porque además de las dudas de si estarás haciendo lo correcto y de si puede que te arrepientas, está la culpa de ver sufrir a la otra persona. Cuando te dejan, tú único "trabajo" es mirar pa lante. Sea como sea la decisión no ha sido tuya, así que, aunque lo pases mal y siempre te acuerdes de la otra persona, jamás podrás sentir que tú te lo buscaste. Es cierto que te puede quedar la cosa de qué podrías haber hecho para que la otra persona no te dejara, o qué errores has cometido, pero cuando ha sido una cuestión de desamor o de incompatibilidades, no hay más que rascar, no puede ser y punto.

Yo he estado en los dos lados, con la misma persona además, así que no cabe decir que una cosa me costó más que la otra porque a una persona la quería más que a la otra. Y puedo decir que me costó mucho más dejar que ser dejada. Cuando me dejaron la pasé mal, pero lo único que tenía que pensar era en superar el luto, el mono, aprender de lo vivido y mirar hacia el futuro. En cambio, cuando fui yo quien tomó la decisión, además de todo eso me embargaba la culpa, la duda, la presión de no saber si estaba haciendo lo correcto, el saber que la otra persona estaba jodida.

En esas estoy ahora. X no deja de insistir en que volvamos. Y yo tengo que hacer unos esfuerzos horribles por no dejarme llevar. A pesar de todo lo que ha pasado y de que probablemente no se lo merece, dudo de si volver con él o no. Y sobretodo, se me encoge en alma al verle sufrir. Porque, aunque no merezca mi compasión, sé que lo está pasando mal. Sé que él ahora mismo desea más que nada en este mundo estar conmigo, aunque claro, también sé que mañana podría cambiar de opinión. Porque él es así.

Así que sí, que te dejen puede ser muy duro, pero dejar a alguien es más complicado.

sábado, 19 de marzo de 2011

Vosotros, ¿a quien?

Hace mucho tiempo, a raíz de una peli que vi, me planteé una cuestión muy trascendental, pero que supe responder fácil, y ahora me gustaría saber qué responderíais vosotros.
Si ocurriera una catástrofe, y tuvierais que abandonar por ejemplo el país, dejando atrás todo y a todos, y pudierais salvar a otra persona más, sólo a una ¿a quien salvaríais?

Hablando con una amiga me dijo que como no podía elegir, si no pudiera salvar a padres, hermana y pareja, se quedaría con ellos. Pero de esta manera, no se salvaría ella, ni ninguno de los anteriores. Así que creo que, aunque sólo sea por salvar a uno, hay que elegir. Y tampoco puedes salvar a dos y quedarte tú. Sólo te puedes salvar tú con alguien más.

Yo lo tuve muy claro desde el principio: me llevaría a mi hermano.
¿Por qué?Pues porque mi hermano, mi padre y mi abuela paterna, son las personas más importantes de mi vida. Pero los padres y los abuelos, por ley de vida, algún día faltarán en nuestras vidas, y ya tienen más camino recorrido. Pero mi hermano, es mi pasado, mi presente y mi futuro. Y además con él tengo una conexión sanguínea y emocional, que no tengo con nadie, que pa eso es mi hermano.

Los amigos quedan descartados, porque aunque algunos son como mi familia, seamos sinceros, la amistad es mucho menos incondicional que la sangre (aunque hay familias que no ejercen como tal, pero en general es así). Y aunque puede que haya gente que esté más unida a algún amigo que a su propia familia, no es mi caso.

La pareja, tres cuartos de lo mismo. Hoy te quiero mucho, pero mañana, quien sabe.
Y esto lo pensaba incluso cuando tenía pareja, aunque evidentemente nunca le había hablado sobre esta reflexión.

Entiendo que para los que tenéis hijos, no hay dilema posible (salvo que tengáis más de uno), pero los que no tenéis ¿Qué haríais? ¿Os iríais con vuestras parejas o con otra persona? Si la mayoría contesta que con su pareja, entonces ¿yo no amaba lo suficiente a la mía?

domingo, 13 de marzo de 2011

No será a mi

Esta noche toca X, y no será a mi a quien le guiñe el ojo desde encima del escenario.

Me ponía muy cachonda ver a X tocar su bajo. Bueno, X me ponía muy cachonda siempre, pero especialmente cuando (me) tocaba el bajo...

lunes, 7 de marzo de 2011

El 7 de (marzo) septiembre



Y aunque la historia se acabó...

martes, 1 de marzo de 2011

Lo sé, pero...

X ha vuelto a las andadas. Dice que me quiere, que no puede vivir sin mi, que no es capaz de olvidarme, que no siente con nadie lo que siente conmigo. Sí, sí, ya lo sé, es un gilipollas. Porque apenas hace dos meses y medio me dijo que no me quería. Sí, después de lloriquearme durante dos semanas para que volviéramos, y cuando ya me tenía convencida y decidida a tirarme a la piscina y entregarme a pesar de los pesares, me dijo eso. Y ahora, después de estar con una chica, que supongo que no se la chupa como yo, viene otra vez con la cantinela de que me quiere y de que podemos arreglarlo pero que depende de mi.

Sí, sé que debo olvidarme de él, que es un egoísta, que esto ya pasa de castaño oscuro, que no se merece que derrame una lágrima más por él, que lo que él hace roza el maltrato psicológico...todo eso lo sé. Sé que si esto le pasara a una amiga pensaría que es tonta por siquiera plantearse cogerle el teléfono. Sé que no me reconozco, que me mangonea como nadie, que con él no puedo sacar los huevos que le suelo echar a la vida para mandarlo un poquito pa la mierda. Pero, a pesar de eso, no puedo evitar pensar en que le quiero.

Y vale, sé que no es el hombre que necesito y quiero a mi lado como compañero de vida, sé que somos incompatibles, sé que nos cuesta entendernos, sé que no se ha portado bien. Y sé que él no tuvo ningún miramiento cuando me dijo que no me quería y le sudó la polla hacerme daño. Pero no puedo evitar que se me caiga el alma a los pies y me invada la pena cuando recuerdo cómo me decía llorando "no voy a poder hacerlo Juno", después de que yo le dijera que no había posibilidad de que volviéramos y de que se tenía que olvidar de mi.

Y soy imbécil y cobarde y tonta, porque a pesar de todo lo que sé, me encantaría lanzarme a sus brazos.