martes, 29 de junio de 2010

¡Quién fuera hombre...!

Estas semanas de exámenes me he masturbado más de lo normal, por aquello de relajarme. Yo soy multiorgásmica (bueno, todas las mujeres lo somos, ya hablaremos de eso otro día), y sobretodo con mi queridísimo y efectivo amigo Comodín llego al clímax en un abrir y cerrar de ojos (nunca mejor dicho). Pues bien, estas semanas me costaba mucho más llegar al orgasmo, y esto era así porque estaba nerviosa, preocupada, ansiosa.

En cambio, a los hombres no les influye tanto el estado anímico o nervioso. Si alguien quiere refutar esta idea, soy toda ojos, pero mi ( aún corta) experiencia me lleva a esta conclusión.

Por eso, si he discutido con mi pareja, si he tenido un día horrible, si me preocupa que me despidan del trabajo o si se me ha muerto el perro...quizás no quiero follar, y si me apetece y no llego al clímax, no es de extrañar.

Así que una vez más pienso, ¡quién fuera hombre!

pd: tengo pendiente hacer una entrada contestando los comentarios, que agradezco un montón, no sabéis cuanto, de las dos últimas entradas. Esto sólo era un apunte que me apetecía hacer.

Besos a todos/as

domingo, 27 de junio de 2010

Creo que me mi novio me va a dejar

Antes que nada disculparme por no haber contestado los comentarios del anterior post, me queda un examen el martes y estoy algo nerviosa, sólo he entrado para contaros esto.
Desde que volví con X he dudado de nuestra relación, de nuestro futuro, de quererle...Y ahora, que quizá es él el que me deja porque dice que no pienso en nosotros, que no me plateo un futuro con él, que mi relación con él siempre esta en un segundo plano, que todo está antes que nosotros...pasar el resto de mi vida con él ya no me parece tan mal.
Soy gilipollas, soy una cobarde, soy una egoísta...
Yo no me atrevo a dejarle porque si luego me doy cuenta de que ha sido un error y le acabo echando de menos, pensaré que la cagué y la culpa es mía y me fustigaré y pensaré que he sido tonta y que cometí un error y bla bla bla.
En cambio, si me deja él, aunque luego le eche de menos, no podré fustigarme porque al fin y al cabo la decisión la tomó él, yo no podía hacer nada...Lo único que puedo hacer es seguir con mi vida.Es más fácil que la decisión no dependa de mí...
Es que, al fin y al cabo, X es es un tío estupendo, y me hace feliz.No es perfecto, a veces es muy egoísta, pero en general es cojonudo.
Me da pavor estar dejando escapar a la mejor persona del mundo.
Pros: cariñoso, sensible, divertido, comprensivo, buena persona, interesante, inquieto, inteligente, currante.
Contras: atormentado, egoísta, casero, tradicional.
Ojalá todos mis problemas en la vida tuvieran que ver con el mal de amores, porque nadie se ha muerto de un desamor, pero cómo duele, es dolor físico.
A veces pienso que estoy condenada a estar con X, porque por muchas dudas y problemas que tengamos, al final todo me lleva a él. A veces es una dulce condena, a veces s una cruz.
Mientras escribía esta entrada he recibido un sms suyo...decía poco, pero creo que es posible que no me deje, creo que a él le pasa como a mí, que me quiere, a pesar de que tantas cosas jueguen en nuestra contra.Y le asusta arrepentirse, le asusta que nos pase como la otra vez, que nos echamos de menos, que estando en los brazos de otras personas, soñábamos con estar juntos.
Pero como tantas veces he dicho, el amor no basta. No basta con quererse.
No sé cómo acabará esto, ahora voy a intentar aprobar el último examen hasta septiembre, que ya tengo 2.

Besos a todos/as

miércoles, 23 de junio de 2010

Quiero ser una niñata

Tengo 26 años recién cumplidos. Un trabajo que no me encanta, pero es estable y me permite estudiar la carrera que sí me gusta, una carrera que aún me quedan varios años para acabar. ¿Soy una extraterrestre si no quiero comprarme un piso y vivir en pareja todavía? (mejor dicho, otra vez)
Mi chico se quiere comprar un piso, de momento solo, porque yo ahora mismo tengo que ayudar en casa con mi sueldo. Pero aunque pudiera comprarme el piso con él, no lo haría, esa es la verdad. Una verdad que él respeta, pero no entiende.
Últimamente el tema está muy presente, y creo que es frustrante para él saber que nuestros planes de vida no son los mismos. Él quiere pisito, convivencia y vacaciones una vez al año. Yo quiero viajar, vivir, y disponer de todo mi sueldo (cuando las cosas en mi casa estén bien) para hacer lo que me venga en gana, (que no es precisamente viajar sólo una vez al año), cosa que, por cierto, nunca he podido hacer porque por un motivo u otro, siempre me ha tocado apechugar con alguna persona o circunstancia que me hacía estar atada de pies y manos, que me hacía entregar mi tiempo y dinero a otras cosas que no fueran MI vida.
Así que tengo muchas ganas de ser libre, de poder hacer y deshacer a mi antojo, de ser irresponsable…de ser una niñata caprichosa. Sí, quiero ser lo que nunca me pude permitir ser, inconsciente, egoísta, irresponsable…
¿Es tan extraño que no quiera dar ese paso? X dice que tengo miedo al compromiso, pero no es que tenga miedo a comprometerme, es que no me da la gana. Sé que es raro, porque yo a él le quiero, lo que no quiero es llevar la vida que él me plantea. Según él es compatible, según él me puedo marchar de Erasmus, por poner un ejemplo, aunque vivamos juntos…
Puede que sea cierto, puede que el día de mañana me arrepienta de no haber dado el paso y de haber dejado escapar lo que mucha gente querría tener y X me pone en bandeja.
Pero es que antes quiero vivir con mis amigas, viajar, viajar mucho, trasnochar mucho, ¿follar?, no, más bien tener muchos idilios, formarme, formarme mucho…¿es compatible con la vida en pareja? Está claro que lo de los idilios no.
Quizá he visto demasiado Sexo en Nueva York…






Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.

Yo no quiero vecínas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardin;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin tí.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas “volvamos a empezar”;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Título: Contigo
Año: 1998
Letra: Joaquín Sabina
Música: Joaquín Sabina, Pancho Varona
Disco: Yo, mi, me, contigo (1996)

viernes, 18 de junio de 2010

Vuelvo poco a poco...

La semana pasado X me regaló un Toblerone de esos gigantescos de kilo y medio y al día siguiente una caja de bombones de una bombonería súpermegaexclusiva con bombones súpermegadeliciosos que además de bombones contenía una tarjetita de chocolate con un mensaje de amor. Dos días antes había empezado la operación bikini.
Gracias X, yo también te quiero.

sábado, 12 de junio de 2010

Una de esas tonterías que pasan a veces y dan mucha rabia

Vale, Juno y yo estamos desaparecidas. Entre curro, exámenes y cosas varias os tenemos abandonados, ni escribimos, ni podemos pasarnos por vuestros blogs. Eso sí, prometemos volver con las pilas cargadas.

Mientras tanto, entre apuntes y desquicie por llevar encerrada en casa no sé cuantas horas por culpa de un resfriado que he cogido, me ha pasado una de esas cosas que me pasan a veces y me da mucha rabia: recordar una parte de algo, pero no recordar el todo. O lo que es más fácil, una película de la que no recuerdo el nombre.

El caso es que es una película para niños, pero no de dibujos, que yo tenía de pequeña grabada de la tele. Lo poco que recuerdo es que la protagonista era una niña, que se metía en un mundo imaginario o algo así, que era como una ciudad con coches muy chulos y cosas raras, que tenía como fábricas de pasteles y galletas. Recuerdo con especial atención las galletas, porque creo que los malos, unos monstruos cuya imagen he olvidado por completo, tenían algo que ver con ellas.

En fin, que me ha cogido la rabieta, ¡quiero recordar qué película es! Así que a falta de más inspiración, y tras buscar todo lo que se me ha ocurrido por google, apelo a los blogueros (mi última esperanza).

¡¡¡Ayudadme!!!

martes, 1 de junio de 2010

Sex and the city 2


Esta semana se estrena Sexo en Nueva York 2. Sí, lo sé, la película será nefasta, como la primera, pero tengo que reconocer que me muero de ganas por ir al cine. Yo soy una de esas fieles seguidoras de la serie (tengo todas las temporadas) capaz de reconocer todo lo criticable que tiene, pero al mismo tiempo incapaz de dejar de entretenerme con ella. Reconozco que la moda para mi, aunque sí es importante, no representa tanto como para hacer un ridículo juramento como pasa en un capítulo, poniendo una marca de ser supremo inviolable. También reconozco que algunas frivolidades no las digiero bien, como la falta de interés social que se manifiesta continuamente. Pero a pesar de todo ello, yo quiero seguir engañandome.

Porque, ¿quién no quisiera tener todo el día para pasarlo entre amigos, salir aquí y allá y poder hacer lo que a uno le venga en gana? Todo eso combinado, por su puesto, con un éxito profesional considerable y un éxito personal general contundente, algo que, sinceramente, empiezo a pensar que es incompatible.

Sí, lo sé, Sexo en Nueva York es para las mujeres jóvenes lo que los cuentos de princesas para las niñas. No son reales, pero te los crees y te hacen soñar.

Nota: No sé porqué mi última afirmación me ha dejado un sabor frívolo en el estómago.