Salí del ciber, histérica, con el móvil en la mano y su teléfono apuntado en un trozo de papel. Quería hablar con él, pero también tenía mis reservas así que esperé a que él diera el paso.
Ring ring
¿Sí?/Soy D (tenía una voz bonita, pensé)/Yo soy H (silencio incómodo)/Tenía ganas de hablar contigo/(Me siento rara, nada tiene sentido). Oye, tengo que colgar. ¿Hablamos luego?, le digo/Vale, pero esta noche tengo una cena, ¿te llamo a las 12?/Vale/ Adiós/Adiós.
Cuando iba hacia casa tenía una sensación de vergüenza extraña. ¿Qué hacía hablando con un desconocido? ¡Qué absurdo! Decidí que se había acabado el juego. Cuando me llamara por la noche hablaría amablemente con él y le pondría alguna excusa para estar ilocalizable unos días y que todo se acabara por sí solo.
A las 12 me empecé a revolver en el sofá. Llevaba desde hacía diez minutos con el móvil en la mano y hasta mi madre me preguntó con curiosidad qué llamada estaba esperando. A las 12.15 pensé, Mejor si no llama. Pero a las 12.30 ya estaba molesta. ¿Por qué no llama?...Es por mi...Mi voz le habrá parecido horrorosa...No tendría que haber colgado de esa manera. A la 1.30 me di cuenta de que no me iba a llamar y frustrada conmigo misma porque me afectara tanto, apagué el móvil y me fui a dormir.
Al día siguiente, después de un buen rato dándole vueltas decidí ir al ciber, entrar con un nick diferente al habitual y espiar a ver si estaba. No sé porqué, pero necesitaba preguntarle porqué no había llamado. Cuando me conecté vi enseguida la identidad pactada que habíamos acordado dos días atrás. Me empezaron a sudar las manos. No sabía qué hacer. Todavía estaba enfadada y al fin y al cabo, si no había llamado, por algo sería. Qué iba a hacer yo, ¿arrastrarme yendo detrás de él? Entonces vi su mensaje. Un mensaje spameado en la ventana general del chat: Necesito hablar con hjftbv. ¿Estás ahí?
Le abrí un privado:
¿Por qué no llamaste?/Perdí el móvil en el restaurante/(Guardo silencio. No sé si creerle o no)/ LLevo dos horas aquí esperando. Quería decirte que tu voz me pareció muy bonita/(Sentí un escalofrió por la espalda)/He pensado que, si te parece bien, podríamos enviarnos una foto, me dijo.
Acepté. Quizás era una locura. Quizás no tuviera sentido, pero me gustaba. Así que decidí quitarme los prejuicios de encima y dejarme llevar.
Durante cuatro días (mientras esperábamos nuestras respectivas cartas) no dejamos de hablar por el chat y por teléfono. Una parte de mi me decía, esto no es real, pero el cosquilleo en el estómago era verdad. Estaba ahí, y no lo podía negar. Entonces llegó la carta. Tenía miedo de abrirla y sentir repulsión. No es que necesitara que fuese el tío más guapo del mundo, pero sí que me dijera...algo. La abrí. Me quedé un rato mirándo la foto, sin saber si me gustaba o no. Era guapo, más mono que guapo. Tenía una sonrisa bonita. Pensé que era una buena reacción, así, de entrada, y le llamé para decírselo:
¡Hola! Solo quería...quería decirte que he visto tu foto. (Esperé. No sabía bien qué decir, ¡pero tenía que reaccionar rápido o iba a pensar mal! Se me adelantó)/Yo también he visto la tuya. Eres preciosa.
Si quedaba algún muro, algún bloqueo que me impedía creer en lo que estaba viviendo, desapareció. Ahora solo pensaba en cuándo podría conocerle. Sabía que encontrarnos podía ser el final de aquello, al fin y al cabo, sólo nos conocíamos desde hacía una semana, pero necesitaba verle. Dudé. Todavía podía ser un psicópata. Y luego pensé, ¿me habría dado el teléfono de su casa si lo fuera? Me lancé y el aceptó. Tres días después, en una ciudad a mitad de camino, nos encontramos.
Evidentemente el viernes Hera me contó el resto de la historia...
ResponderEliminarjuer Hera, si ej que lo que lo que no te pasa a tí...
(hoy tengo folloncillo, te llamo cuando esté en casa para hablar más tranqui)
Uffff que nervios.... como será la quedada???? yo las veces que he quedado... no ha salido muy bien, pero, porque como digo en una de mis últimas entradas... la forma de hablar, de moverse, los gestos, el acento... eso es lo que me engancha o me deja fría, y esas son cosas, que por mucho chat y mucho movil y mucha foto... hasta que no lo ves en persona...
ResponderEliminarbss! deseando leer el final!
Me uno al deseo de conocer el final. Uno que esta enganchado a la historia , me recuerda a alguna de las mías :)
ResponderEliminarAy! me ha encantado y me meto tanto en el papel....mira que yo me llevo muy mal con el msn, pero gracias a él se viven un montón de emociones y cosas por las que antes no había pasado....Me imagino los nervios hasta ver su foto ufff
ResponderEliminarA la espera de la siguiente parte
Saludos
Hola Juno, ya sabes que era imposible no contártelo. ¡Me habrías matado!
ResponderEliminarLana, estoy contigo. Por muy bien que te parezca todo, por mucho que hables por teléfono y creas que coincides en gustos y maneras de ser. por mucho que hayas visto una foto no sabes NADA hasta que te encuentras en persona. Y entonces pueden pasar muuuchass cosas. Algunas te dejan en estado de SHOCK. Te lo garantizo ;)
Kobal y Sí es, no os preocupéis que prontito colgaré el desenlace. Y sí que pase nervios al abrir la carta. Tardé un buen rato en sacar la foto del sobre y al final me dije, "venga va, ¿qué es lo peor que puede pasar?" Y no salió tan mal.
ResponderEliminarMientras no te enviase una foto falsa jajajaja bueno dejaremos la intriga hasta la próxima entrega.
ResponderEliminarMmmm....se siente Kobal, ¡no puedo decir nada!
ResponderEliminarEsto es "el enganchamiento".El que lo ha probado,lo sabe.Y me parece que aquí,no hay nadie 'virgen'. xD
ResponderEliminarEsperamos el tercer cap. de la 1ª temporada,Hera. :)
Qué intriga, jaja! Esperaremos.......
ResponderEliminar¿Cómo sigue? Necesito saberlo!!!
ResponderEliminarSiempre suyo
Un completo gilipollas
Hola el gato. ¡Muchas gracias por seguir visitándonos! Que sepas que no olvidamos que ya pasabas por aquí cuando nadie nos quería ;).
ResponderEliminarSu. La intriga durará poco...no os preocupéis!!. P.D. Sorpresa incluída.
Completamente gilipollas. Muchas gracias por pasarte. Siempre serás bienvenido.
que intrigaaaaa
ResponderEliminarque intriga! espero que publiques pronto el final!
ResponderEliminary una cosa que me a llamado la atención: ¿en aquella época no se podía mandar una foto por email?
Hola Irune,
ResponderEliminarSí que se podía, pero ni yo ni él teníamos ninguna foto en formato digital así que acabamos antes enviándonoslas por carta.
Esta semana llegará el desenlace.
Un saludo!