No creo que haya sólo un “amor de mi vida”, para mí, todos los chicos a los que he querido o de los que he estado enamorada son el amor de mi vida. Todos los que me han hecho pasar noches en vela pensando en ellos, son el amor de mi vida. Unos te marcan más o menos, otros forman parte de tu vida más o menos tiempo, pero todos en su momento, han sido el amor de mi vida. Cada uno significa una cosa por algún motivo: está el amor platónico e idealizado, el correspondido pero imposible, el no correspondido, el primero que te descubre el sexo, el primero con el que aprendes a querer, el que más tiempo ha estado en tu vida, el que más te hizo llorar…Así que de vez en cuando os hablaré sobre ellos, sobre los amores de mi vida, sobre los chicos que me han hecho suspirar de amor en algún momento.
No sabía si contar mi historia con Garru, pues esta merece ser contada por un erudito de la escritura, por el mejor poeta del mundo. Merece que su relato plasme toda la belleza que contiene, que se cuente tal y como es. Y yo no sé si seré capaz de hacer que los que leen se hagan una idea de lo que pasó, de lo que sentí, de la huella que me ha dejado esta historia, de lo desgarrador de tener el corazón dividido, de lo que aún siento por Garru...Ahora mismo, contándolo, me duele el pecho, es dolor físico, me duele cada vez que pienso en él. Sí, me duele, no es emocional, no es metafórico, es físico, me duele el pecho.
Bueno, para empezar, lo de Garru viene de garrulo, y es que el prota de esta historia es un chico de la ciudad andaluza donde más garrulos/quillos/cholos hay por metro cuadrado. Así que sí, Garru es un garrulo, pero también el hombre que mejor me ha tratado jamás, la persona más cariñosa, detallista y protectora con la que he estado. Garru es de los que sabe cómo tratar a una mujer. Así que ni el dinero, ni los títulos universitarios, ni el barrio en el que vives…son garantía de nada, puedes ser un garrulo, y a la vez UN HOMBRE CON MAYÚSCULAS. Además ha sido la única persona por la que me he planteado abandonarlo todo, ciudad, familia, amigos, trabajo... y empezar una nueva vida a su lado.
Pero a veces el amor no basta, y por mucho que dos personas se amen...
...
Mis dos abuelas son de Andalucía, la paterna de un pueblo en la montaña (llamémosle Montaña), y la materna de una pueblo de playa (llamémosle Playa). Desde que dejamos de llevar pañales, en verano mis padres nos mandaban a mi hermano y a mí con las yayas, y pasábamos la mitad de las vacaciones en cada sitio. Mis recuerdos más bonitos de la infancia y la adolescencia son de Playa y de Montaña, de los amigos que aún conservo de ambos sitios. Y es que los pueblos, los amigos y los amores de verano, tienen algo especial, más especial cuanto más lejos están de tu ciudad, cuanto más horas de coche cuesta llegar a ellos.
Un día, en Playa, pasamos de hacer cabañas en el descampado y de jugar a sangre y al pilla pilla en la calle, a comer pipas en el parque, a ir solos a la playa y a tomar helados en los bares, y hasta a empezar a frecuentar el pub del pueblo. Era el verano del 97, yo tenía 13 preciosos años.
La primera tarde de ese verano que fuimos al parque apareció Garru en su Variant, (un ciclomotor que parece más una bici con motor, pero para nosotros era una Harley) con ese aire chulesco que le caracteriza. Y es que a los 17 años en Playa, o eres un poco chulo, o no eres nadie. Garru era amigo de un amigo de la pandi, y a partir de ese día, empezó a venir con nosotros siempre, y por cierto se hizo muy amigo de mi hermano, ellos dos eran de los mayores del grupo.
Garru y yo empezamos a tontear como tontean los adolescentes, “chinchando” al otro, “desconcertando”… Y Garru lo hacía tan bien, que no sabía si estaba loco por mí, o le caía fatal y me odiaba (aunque en el fondo, muy en el fondo, intuía que era lo primero). Un buen día, prácticamente nos obligaron a que Garru me llevara a dar un vuelta en la Harley..ais…en la Variant. Y a 50km p/h, mientras el viento peinaba mi melena, Garru giró un poco la cara, lo suficiente para que le escuchara, pero seguir viendo la carretera y me dijo….
- Entonces, ¿te molo o no? (ej que Garru es chulo hasta pa eso).
- Síííí!!. - Le dije, aunque de la emoción no sé ni cómo me salieron las palabras.
Garru paró la moto, nos bajamos, y empezamos con el tira y afloja: él sentado en la moto, yo de pié, al lado, acariciando con una mano el manillar. No recuerdo qué broma me hizo como para enfadarme, sólo recuerdo que me hice la ofendida e hice el amago de marcharme, pero él me cogió del brazo y me atrajo hacia su cuerpo, y ahí, bajo la luz de la luna, con el sonido de las olas del mar como banda sonora, nos fundimos en un larrrrrrrgo y mágico beso…
Ese beso fué el primero de infinitos, pero nunca suficientes. A partir de ese día no nos separamos, y repartíamos nuestro tiempo entre la pandi, y pequeños ratos a solas. Los dos estábamos en una nube, estábamos, lo que se dice enamorados. Pensaba en él las 24h del día, el tiempo a su lado pasaba volando, y me sentía la persona más feliz del mundo. Era tan cariñoso y tan divertido, que si tuviera que quedarme con una una imagen, la imagen más característica de aquellos días, sería esta: a nosotros dos, mirándonos, no con una sonrisa en la boca, sino con una carcajada. Garru fué mi primer amor, por lo menos la primera vez que era real. Mi primer novio…paseos por la playa, paseos por el parque, muchos besos, algunos calentones, muchas risas, los primeros te quieros, infinitas caricias…
Sí, vivimos el típico amor de verano, la típica historia de la chica de fuera con el chico de pueblo, y además el primer amor para ambos… Peeeero es lo que tienen los amores de verano, que el enemigo setiembre no perdona. Y así llegó septiembre, y rompió el encanto. Esa fué la primera de 7 despedidas. Recuerdo que mi hermano me tuvo que arrastrar del brazo, porque era incapaz de despegarme del cuello de Garru, y él, con los ojos vidriosos y tragando saliva, aguantaba las ganas de llorar que yo no podía reprimir.
Balance gilipollas del 2020
Hace 3 años
Muy bonito. Leyéndolo he recordado esos primeros momentos en mi vida .
ResponderEliminarun saludo Juno.
¡Buenos días Kobal!
ResponderEliminarJuer, Juno. ¡Menuda manera de despertarnos!
ResponderEliminarYo, por desgracia nunca tuve un amor, amor de verano. O bien el chico que me gustaba pasaba de mí, o bien me liaba con uno que tampoco es que me gustara a rabiar y era más bien "si te he visto, no me acuerdo".
Ohhh! qué bien empezar el día leyendo cosas así. El primer amor, que normalmente coincide (al menos en mi caso) con el amor de verano. Una pregunta: 7 despedidas? uff cuánto sufrimiento
ResponderEliminarPor cierto, soy andaluza y espero no ser de la zona esa donde viven todos los garrulos....aunque hay veces que me lo planteo ;)jajajaja
Saludos
Pues sí, Sí es, 7 despedidas. La última en noviembre del 2008.
ResponderEliminarPues la verdad es que en Playa hay mucho garrulo, pero vaya, que a mí me encanta ir. En cambio Montaña es totalmente diferente...pero yo adoro los dos pueblos.
Jou, y por qué 7 despedidas? y ahora qué? qué pasó en 2009?... siempre nos dejas igual...
ResponderEliminaryo en cuestón de amores... debo ser un poco tipo Hera, eso de amores de verano super_apasionados... no me ha pasado a mí!
bssss bueeeenos días!
jajajajjaa, os lo iré contando poco a poco, Lana, aunque no me alargaré mucho, pq en parte es duro.
ResponderEliminarYo, por suerte o por desgracia, he tenido varios amores de verano súper apasionados...por eso a menudo tengo ataques de nostalgia, porque los amores de verano se idealizan mucho más...
que bonicos los primeros amores :)
ResponderEliminarLos amores perdidos son los mas queridos.
ResponderEliminarO eso dicen... lo desconozco.
Siempre suyo
Un completo gilipollas
Bueno,mira que bien...dos historias por el precio de una.;)
ResponderEliminarEste blog mola.Y además que sabéis escribir,sabéis ambientar y dar magia al relato.
Enhorabuena a las dos.Y no lo toméis como una competición...que os queremos a las dos IGUAL. :)
Besitos.
Ais Jo T, los primeros amores...
ResponderEliminarCompletamente gilipollas ¿seguro que lo desconoces?No sé por qué no me lo creo...juas juas juas
El gato, gracias por seguir leyéndonos...Y no hay competición posible...primero pq somos amigas de verdad y segundo porque yo soy sólo una aficionadilla...
El gato, es imposible que nos lo tomemos así, ¡nos queremos demasiado!
ResponderEliminarAdemás, ser dos y no una quien hace el blog es una gran ayuda muchas veces.
Juno, yo también soy una aficionadilla, ¡qué van a pensar cosas que no son!
Buenos días, por cierto.