Encefalograma plano

Hasta octubre, y desde hace 8 años (cuando acabé el instituto), había compaginado el trabajo con mis estudios. Porque siempre he estado estudiando, primero un Ciclo Formativo de Grado Superior, luego otro, y luego empecé Derecho e inglés en la Escuela Oficial de Idiomas, aunque en 2o de carrera tuve que dejar el inglés porque ya no daba la burra para más.

El caso es que siempre he estado súper liada. Entre semana salía de casa a las 7 de la mañana y llegaba a las 22 de la noche, y el finde tenía que dar para descansar y desconectar, estudiar y divertirse. Además de todo eso he tenido novio 7 años, sin dejar de ver a mis amigas y cuidando igual de mi familia (llevando la casa, vigilando a mi madre...)En fin, una movida. ¿Y cómo me lo montaba? Pues aprovechando mucho el tiempo, y también, para ser sincera, haciendo muchas campanas, sobretodo cuando empecé la universidad porque la asistencia generalmente no cuenta. La cosa es que yo durante años, no he sabido lo que es el aburrimiento. Jamás hice un pasatiempos porque no tenía tiempo que perder, jamás hacía zápping aburrida, jamás llamaba a nadie "sólo por aburrimiento para ver qué se cuenta"... No digo que no descansara nunca, pero cuando lo hacía, no sentía aburrimiento porque realmente disfrutaba el descanso. La típica frase de "yo es que cuando me aburro hago esto", me sonaba totalmente desconcertante, porque yo nunca hacía nada porque me aburriese. Pero bueno, en verdad, es que me va la marcha, y me siento orgullosa de la cantidad de cosas que he hecho. Aunque ahora que estoy en paro le estoy cogiendo gusto a vaguear, ¡es un mundo totalmente nuevo para mi!

Que me enrollo demasiado. Sigo. Una de las cosas que no hacía, era ver la tele. Sólo veía pelis y series que me gustaran, y no muchas, la verdad. Y cuando le decía a alguien que no veía la tele, podía parecer que me tiraba el rollo pedante, pero era cierto. Mi día estaba totalmente aprovechado. Y si no tenía nada que hacer, o no me apetecía hacer nada que tuviera que ver con obligaciones, antes quedaba con alguien que quedarme en casa viendo la tele. Pero el otro día, estando en mi habitación sin ganas de preparar los exámenes de enero, y sintiéndome triste por alguien de cuyo nombre no quiero acordarme, me entraron ganas de ir a ver la tele, para no pensar. Realmente lo necesitaba, me vinieron muchas ganas de ponerme la tele y sentir esa sensación de "encefalograma plano".

Y es que, aunque la mayoría de programas son un bodrio,es alucinante cómo te atrapan y te anestesian el pensamiento, por lo menos a mi me pasa. Así que he descubierto una nueva forma de desconexión, y entiendo que tanta gente la use para escapar de sus problemas...Joder, qué bien lo hacen los cabrones de la tele.