martes, 6 de abril de 2010

He visto un fantasma

El viernes vi un fantasma. El de mi ex, que no es ex-novio porque lo nuestro no fue una relación, ni un rollo. Fue una pérdida de la cabeza, enamoramiento enfermizo, atracción fatal. Y es que por él me volví loca, pero no de amor, si no loca de verdad. No le entendía, ni él a mi. Cada día parecía que lo que nos unía nos separaba más rápido. Nos hacía más daño y antes de ser consciente de todo lo malo que tenía nos separamos y yo me quedé pensando en lo que podría haber sido. Y en sus ojos. Sus ojos verdes, de un color que desde entonces significa para mi la atracción más irracional e incontrolable, como la que sentía entonces.


El viernes vi un fantasma. ¿Qué coño hace en mi gimnasio si él vivía en un pueblo fuera de Barcelona y yo vivo justo al otro extremo de la ciudad? Me quedé en estado de shock. Muchas veces había imaginado cómo sería encontrarle de nuevo, pero nunca, jamás, pensé que sería en esa situación, así que al principio me pareció imposible. ¡Pero es que parecía él! Ya me ves por el gimnasio, entre la cinta de correr y la zona de estiramientos, mirándole disimuladamente con un nudo en la garganta. Y mi chico ahí, sonriéndome. ¡Argggg! No acabamos bien, ni mal. Simplemente se acabó de tajo, sin tiempo para explicaciones, así que no me atrevía a acercarme y a distancia, después de siete años sin verle, no podía estar segura de si era o no. Me sentía absurda, ridícula por darle importancia a una tontería así y mientras me dirigía a las duchas, decidida a no averiguar si era o no él, me alegré de haber borrado su número de teléfono años atrás.


Al final mi chico y yo volvimos a casa. Por el camino le expliqué lo que había pasado y hablamos del tema. Le dije que no sentía nada por él, lo cual era completamente cierto, solo que era tan extraño que me sentía un poco raro. Casi me daba risa. A saber si era él o no, y si era me daba lo mismo. ¿Acaso había sacado algo bueno de él?


Ya en casa, distraída con mis cosas, me olvidé del tema. Al cabo de un rato oigo que suena el teléfono, abro el buzón de mensajes, veo un número desconocido, me sudan las manos. Leo el sms: ¿Vienes a menudo?

16 comentarios:

  1. jummm pues creo... que aunque la historia acabara de tajo... para él tiene un "CONTINUARÁ..."(sino por qué el sms?)
    por lo menos ya es seguro, era él! y creo que seguirá pasándose por tu gym!
    ...no te comas mucho el coco(aunque se que yo lo haría)... :) bss Hera

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  2. La prueba empírica de que los fantasmas...existen.
    A veces se nos aparecen,para atormentarnos o para arreglar las cosas.
    Nostros debemos elegir como interactuar con ellos. ;)

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  3. Hola Hera,

    ¿ Después del mensaje cuantas tilas te tomaste? . Lo mejor es pasar de el , que sino se puede provocar una espiral de mal rollo imparable y eso no es bueno para nadie.

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  4. Guau! qué nervios!
    Todos vuelven de un modo u otro, mi teoría no falla. Corta por lo sano, es decir, si crees que te traerá problemas dile directamente que no te llame ni nada o simplemente con no contestarle al sms, se dará por aludido.

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  5. ¡¡No me lo puedo creer!!¿Cuantas veces habremos hablado de él?
    Ahora me voy a la cama, que ha sido un día larrrrgo, ¡¡pero mañana encuanto me despierte te llamo!!

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  6. Uy... qué miedo, no? Y ese mensaje, un tanto raro... Ya nos contarás cómo deriva esto!
    Besos!

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  7. Hola Lana,

    La verdad es que la cosa no quedó ahí. A su sms yo contesté. ¿Así que eras tú? Vengo cuando puedo (en respuesta a su pregunta). Espero que todo te vaya bien.

    Él me volvió a contestar: ¿Así que tú también eras tú? je,je. Todo bien, merci.

    Ahí se acabó la comunicación.

    ¡Buena semana Lana!

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  8. Hola El gato,

    Tienes mucha razón. Los fantasmas existen....de muchas maneras, y nosotros somos quienes decidimos qué hacer con ellos. Aunque a veces es difícil hacer lo que uno quiere, o lo que uno considera más oportuno.

    Supongo que la próxima vez que le vea en el gimnasio no tendré excusa para no ir a saludarle.

    Qué incómodo.

    ¡Gracias por estar siempre ahí amigo felino!

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  9. Hola Kobal,

    Tuve que sentarme y relajarme durante unos minutos antes de contestar el sms. Fue muy chocante, porque como ya he dicho muchas veces había pensado cómo/cuándo/dónde nos podríamos encontrar y jamás, jamás, jamás habrías imaginado que sería así. Pero la verdad es que, tras el shock inicial, fui relativizando el tema hasta quitarle importancia.

    Hablarlo con mi chico me sentó muy bien, creo que fue como poner los pies en la tierra o algo así, pasar de lo fantástico-idealizable a lo terrenal-imperfecto.

    Besos

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  10. Hola Sí es,

    Tu consejo es exactamente lo que voy a hacer. Al recibir el sms decidí no guardar su teléfono en la agenda. No borré los mensajes porque me pareció exageradamente neurótico. En otro momento (hace cuatro o cinco años) sí los abría borrado, pero ahora no.

    En cualquier caso iré practicando una sonrisa forzada para cuando le vea y alguna frase típica-tópica que evite que le diga: Hola, ¿tú eras el neurótico-obsesivo-atormentado que me trastornó el sistema nervioso y me provocó un trauma con los ojos verdes ya irreparable?

    Buen día Sí es.

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  11. Hola Jo T.

    Sí, muuuyyyy fuerte. Como dice Carrie en un capítulo de Sexo en Nueva York (lo sé, es una serie comeollas para las mujeres, nos enseña lo imposible y es materialista-consumista-superficial, ¡pero no puedo evitar verla una y otra vez!):

    "Reglas para superar una ruptura: No te olvides de él, porque cuando lo hagas aparecerá donde menos te lo esperas".

    Por suerte yo superé nuestra rupura hace muuuuucho. Algún día os contaré la historia :P.

    ¡Un abrazo!

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  12. ¡¡Juno!!

    Si. Lo que son las cosas. Cuántas horas hablando de él y fíjate lo que pasa.

    Un beso guapa. Espero ANSIOSA tu llamada.

    Muchos besitos.

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  13. Hola Lorena,

    Sabes, lo raro es que siete años hacen que las cosas se desvirtúen muchísimo. Me refiero a que, una vez pasado el shock inicial (más arriba explico qué pasó después del sms), me di cuenta de que no me afectaba tanto como pensaba que me iba a afectar. Siempre pensé que al volver a verle, dado que la atracción enfermiza que sentí por él llegó a ser desquiciante, sentiría algo...más. Incluso pensaba que era el típico chico que te deja una huella tan, tan honda que nunca la acabas de borrar. Y aunque la huella no se haya borrado (aún me quedan recuerdos suyos, obviamente), ha mutado. La idealización, la atracción, la duda inquieta de qué pudo ser se han ido.

    Buena semana Lorena.

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  14. Los fantasmas estan y no podemos hacer gran cosa. Intentemos no hacer mucho caso y mas si es un fantasma de los autenticos.
    Recuerdo una relacion asi como la que describes...cuando lo volvi a ver volvi a caer y lo pase peor si cabe.
    Cuidadin.

    Un besazo y me gusta mucho tu blog


    Maria

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  15. Hola María,

    Tienes mucha razón. Yo, por suerte, no tengo miedo de caer, porque si de algo me ha servido este encuentro es para darme cuenta de cómo llegamos a magnificar las cosas en nuestro pensamiento. Hace siete años, cuando la historia acabó, estaba convencida de que siempre sentiría hacia esta persona una atracción especial, pero me he dado cuenta de que no, y eso, me ayudará en el futuro a relativizar las paranoias-obsesiones-etc que pueda volver a sentir.

    Un saludo!

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