Ayer, hablando con una amiga sobre relaciones y amor, llegamos a una conclusión: muchas mujeres tenemos complejo de princesas.
Y es que, muchas de nosotras, creemos que necesitamos a ese príncipe que nos salve de la bruja malvada o que nos rescate del torreón. A menudo pensamos que nuestra pareja tiene que solventar o aliviar de alguna manera nuestras propias frustraciones o nuestros propios problemas. Parece que el amor o tener a un chico al lado que nos quiera, nos va a librar de la tristeza o la desidia. Y no es así. Claro que está bien tener alguien con quien compartir lo bueno y lo malo, pero no podemos esperar que sea el bálsamos que todo lo cura.
Mi amigo P por ejemplo, está pasando una época muy mala, hace tiempo que no es feliz, y ahora le han diagnosticado TOC (Transtorno obsesivo compulsivo), y en vez de empezar una terapia, se pasa la vida en las páginas de contactos para ver si encuentra novio.
Mi amiga M hace 3 años que se separó y ella sigue muy colada de su ex, y en vez de intentar superar la ruptura, se dedica a salir por las noches a ligar, a ver si un clavo saca otro clavo.
Mi amiga G, donde tiene que vivir, no conocía a mucha gente, se sentía sola y no era feliz, hasta que se echó novio, entonces ya, todo arreglado.
Mi amiga M.I tiene un grave problema de autoestima, y eso le lleva a tontear con la comida y a hacer estupideces como no salir a la calle si le sale un grano (esto es totalmente real, no es una exageración). Y en vez de intentar superarlo, se dedica a follarse a todo el que se lo propone porque "así se siente deseada".
Mi amiga S se ha quedado en paro y de aburre como una ostra, y no hace más que echarle en cara a su pareja que si siempre llega cansado a casa, que si tienen que salir más... Dice que se siente un despojo, eso le lleva a estar de mal humor y por nada le monta pollos a su pareja, en vez de intentar ocupar su tiempo o hacer algo productivo.
Mi amiga M.M siempre ha querido ser madre joven, formar su propia familia, y ahora se ha ido a vivir con su novio (al que ha dejado muchas veces porque supuestamente no lo quería) como un primer paso para hacerlo.
Pues no señores, no podemos confiar nuestra felicidad a otra persona, tenemos que ser felices por nosotros mismos. No podemos esperar a que venga otra persona e ilumine nuestros días, somos nosotros los que tenemos que abrir las ventanas para que entre la luz. No podemos depender de nadie para ser felices, o por lo menos de una sola persona.
Por muchos motivos: porque no siempre encontramos a ese príncipe que quiera luchar contra el dragón y rescatarnos, y mientras tanto, ¿qué haces? ; porque, aunque lo encuentres, es cierto que la ilusión del principio de las relaciones hace que lo veas todo de color de rosa, pero al final la realidad es la que es; porque aunque ya lo tengas, nadie se merece esa responsabilidad y a la hora de la verdad nadie es capaz de resolver nuestras propias movidas más que nosotros mismos, y en definitiva, porque el único pilar de tu felicidad no puede ser tu pareja.
Así que yo no quiero ser una princesa, no quiero que ningún príncipe venga a rescatarme, ya limaré yo mismas los barrotes de este torreón, ya me haré coleguita del dragón, yo misma mandaré al carajo a mi madrastra.
Balance gilipollas del 2020
Hace 3 años
Exactamente ese tema lo discutímos con mi prima en nochebuena, yo defendía tu postura, ella... la de que con una pareja y pensando de "forma tradicional" es decir "o pareja y maridito o tu sola te complicas la vida para obtener las mismas cosas".
ResponderEliminarAl final... no hubo punto en común pero... me encanta que pienses así, creo que es lo más acertado!
bssss
Muy sensato
ResponderEliminarSi tu no eres feliz no vas a hacer feliz a los demas y los demas nunca conseguiran hacerte feliz (era asi el dicho ¿no?)
Un saludo coleguita
Carrie decia: "Que tal si el principe encantador jamas hubiera aparecido? Blancanieves hubiera dormido en ese ataud de cristal para siempre o hubiera despertado finalmente, escupido la manzana y conseguido un trabajo? No pude evitar preguntarme si detras de cada persona soltera hay una delicada y fragil princesa deseando ser salvada?"
ResponderEliminarSuerte en tu camino de ocuparte a ti misma, en ese camino estamos todas...
Totalmente de acuerdo contigo: ni existen los príncipes ni las princesas. Los cuentos son solo eso: cuentos. La realidad es bien diferente...
ResponderEliminarUn beso!
Yo creo que uno para ser feliz con otra persona, primero tiene que ser feliz consigo mismo, sólo. Aprender a saber lo que te gusta y lo que no, pero con tus propios ojos, no a través de la mirada de otra persona.
ResponderEliminarLas carencias más importantes que tiene una persona, son las que puede llenar ella misma, el resto de las cosas, lo que nos ofrece una relación, completa todo eso y hace que pueda ser mucho mejor, pero la base, depende de nosotros mismos.
Muy buena entrada.
Saludos
¿No sabias Juno que los principes no existen?Andan todos en la taberna mas cercana bebiendo y corriendose la juerga padre ...
ResponderEliminarChica, me ha encantado este post!... no sabes la de vueltas que le he dado ha este tema, y lo has explicado de una manera sencilla y genial.
ResponderEliminarY tienes toda la razón, la felicidad nos la hemos de buscar nosotras mismas, llenando nuestra vida de cosas buenas (una de ellas puede ser la pareja) pero no hacer recaer toda la responsabilidad de nuestro bienestar sobre nuestra pareja...
Sabes? Yo tampoco quiero ser princesa!! ;-)
Si no lo conoces, busca en google "La Cenicienta que no quería comer perdices" en formato pdf y te lo descargas.
ResponderEliminarEs genial. El relato y las ilustraciones.
Exactamente, que tu felicidad dependa de tu pareja es un poco triste... cuando se acaba el amor... que te queda? lo mismo que antes, un hueco que la gente tiene mania de rellenar porqué si porque no son capaces de estar con ese hueco vacio
ResponderEliminarYo tp quiero ser princesa, me basto y me sobro!!