jueves, 8 de octubre de 2009

Amistad

Tengo una amiga, una buena amiga en la que confío y que confía en mi. Es una de esas personas a las que no ves muy a menudo, pero con la que, cuando por fin vuelves a quedar después de semanas sin saber una de la otra, sientes que nada ha cambiado.

Hace unos meses decidimos que teníamos que vernos más, y nos propusimos quedar una vez cada quince días. Desde entonces nos hemos visto mucho más, casi puedo asegurar que estamos cumpliendo nuestro propósito. Sin embargo no siempre es fácil cambiar las rutinas, y mucho menos cuando llevas un ritmo de vida tan ajetreado como nosotras.

La cuestión es que en las últimas semanas ha pasado varias veces que mi amiga, por diversas razones, ha tenido que cambiar de planes y eso me ha frustrado un poco. Quiero decir que entiendo que a veces surgen imprevistos, entiendo que tenemos confianza, y que, por tanto, podemos decirnos las cosas sin problemas de formalismos. Pero lo cierto es que, de alguna manera, me he sentido un poco…no sé, ¿a expensas de ella? Como si quedar conmigo estuviera supeditado a que no surja nada más…

La cuestión es que, como no podía contener lo que sentía, pero tampoco quería exagerar las cosas, decidí enviarle un e-mail explicándoselo todo y aclarar las cosas.

Ahora estoy preocupada porque no me ha dicho nada…Espero que podamos hablarlo porque realmente tenemos una amistad muy especial...

2 comentarios:

  1. Tengo que decir que mi amiga ya me ha contestado el email. Es un amor. Yo tenía miedo de que se enfadara conmigo o de que le sentara mal, pero ha sido al contrario.Me ha vuelto a recordar lo bellísima persona que es. ¡Ains! Te quiero mucho nena!!

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  2. Juer neni, me sabe fatal que te hayas podido sentir mal por mi culpa...Sé que mañana no podemos vernos pero igualmente te llamaré y así te deseo un buen viaje.
    Un besazo enorrrrrrrrrrrrrrrrme

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