Derecho a la pataleta

Porque no somos perfectas, porque no tenemos que serlo, porque todo el mundo tiene derecho a flaquer, porque en verdad somos conscientes de la realidad y nos dura poco...¡¡reivindico el derecho a la pataleta!!

Y es que, entiendo perfectamente a Hera, que describe esa sensación de sentirse mal por sentirse mal. Es decir, tener remordimientos de conciencia por estar afectada por algo que en verdad no tiene tanta importancia, sobretodo comparado con la miseria que hay en el mundo y con los problemas realmente graves que tiene la gente. Y te ves ahí, echa polvo porque has cogido dos kilos, o porque ese chico no te ha llamado, o porque no has conseguido plaza en ese cursillo...y entonces caes en la cuenta de que la gente se muere de hambre, uno de tus amigos tiene cáncer, a tu padre lo han despedido del trabajo a los 57 años...y sientes vergüenza de ti misma...

Pero, como he dicho antes, ¡no se puede ser perfecta! Hera, eres buena persona y no eres nada superficial, así que no te sientas mal por lo de ayer. Faltaría más que en este mundo donde debemos estar estupendas, ser trabajadoras, amas de casa, madres, amantes, esposas, amigas, no pudiéramos, de vez en cuando, tener una pataleta o comportarnos de manera egoísta y caprichosa. Es más, creo que puede ser hasta sano, a modo de desahogo, liarla alguna vez sin motivo real, ala, porque yo lo valgo. ¡¡Así que ruego a las autoridades competentes que instauren el día mundial de la pataleta!!Toma ya.