Algunas personas son previsibles, incapaces de sorprender ni al mayor de los desconocidos, y así viven sus vidas, programadas, con el automático puesto. Otras hacen lo contrario de lo que cabría esperar, siempre van a contracorriente, incluso de ellas mismas, y aunque al principio dejan atónitos a quienes les rodean, cogido el habito, ya nadie se sorprende.
Yo no creo ser ninguna de las dos cosas. Más bien sigo una línea recta, y de vez en cuando me salgo del camino, sin razón alguna. Sin embargo de vez en cuando me supero a mi misma y al salirme del camino sin saber lo que hago, acabo por hacer lo que nunca haría, siempre algo absurdo, muy absurdo, y de ahí a cometer una estupidez hay un paso, que digo un paso, ni llega a eso.
El caso es que en Telecinco están sorteando una casa al día, y yo, que de vez en cuando se me va la olla y dejo de pensar con el cerebro, va y decido enviar un mensaje, para ver qué pasa. Y resulta que ese mensaje sólo te da 20 puntos, y que si quieres más tienes que contestar a una pregunta: ¿Quién es la famosa reina egipcia? 1) Cleopatra 2)Juana la Loca
Y resulta que con ese sólo son 50, y detrás de esa viene otra pregunta, y luego otra y otra y...y luego pasa que te das cuenta de que ya has mandado veinte mensajes, y como quieres creer, aunque sabes que no es cierto, que han servido para algo, lo sigues intentando convencida de que pronto acabarán las preguntas y te dirán Ahora sólo tienes que esperar al sorteo, pero no pasa eso, y las preguntas siguen...
Cuando de tanto rato contestando 1...2...1...2...1...2...1 te duele la mano, y ya no piensas en la casa, sino en el pastón que debes llevar gastado inútilmente y de repente te das cuenta de que las preguntas son infinitas y de que la cuenta corriente está sangrada y no vas a tener para pagar la factura...Entonces, por fin, paras.
Dos horas después, cuando has conseguido olvidarlo y dejar de sentir un enfado monumental contigo misma por ser imbécil, te llaman de Orange para preguntarte amablemente si eres tú o si te han robado el teléfono, ya que les sosprende el gasto tan elevado en mensajes premium realizado en las últimas horas. En ese momento contienes la respiración, y esperas en silencio para conocer lo que ya sabes: 130€ y otro mes apretándote el cinturón.
Como si no fuera ya siempre así.
Yo no creo ser ninguna de las dos cosas. Más bien sigo una línea recta, y de vez en cuando me salgo del camino, sin razón alguna. Sin embargo de vez en cuando me supero a mi misma y al salirme del camino sin saber lo que hago, acabo por hacer lo que nunca haría, siempre algo absurdo, muy absurdo, y de ahí a cometer una estupidez hay un paso, que digo un paso, ni llega a eso.
El caso es que en Telecinco están sorteando una casa al día, y yo, que de vez en cuando se me va la olla y dejo de pensar con el cerebro, va y decido enviar un mensaje, para ver qué pasa. Y resulta que ese mensaje sólo te da 20 puntos, y que si quieres más tienes que contestar a una pregunta: ¿Quién es la famosa reina egipcia? 1) Cleopatra 2)Juana la Loca
Y resulta que con ese sólo son 50, y detrás de esa viene otra pregunta, y luego otra y otra y...y luego pasa que te das cuenta de que ya has mandado veinte mensajes, y como quieres creer, aunque sabes que no es cierto, que han servido para algo, lo sigues intentando convencida de que pronto acabarán las preguntas y te dirán Ahora sólo tienes que esperar al sorteo, pero no pasa eso, y las preguntas siguen...
Cuando de tanto rato contestando 1...2...1...2...1...2...1 te duele la mano, y ya no piensas en la casa, sino en el pastón que debes llevar gastado inútilmente y de repente te das cuenta de que las preguntas son infinitas y de que la cuenta corriente está sangrada y no vas a tener para pagar la factura...Entonces, por fin, paras.
Dos horas después, cuando has conseguido olvidarlo y dejar de sentir un enfado monumental contigo misma por ser imbécil, te llaman de Orange para preguntarte amablemente si eres tú o si te han robado el teléfono, ya que les sosprende el gasto tan elevado en mensajes premium realizado en las últimas horas. En ese momento contienes la respiración, y esperas en silencio para conocer lo que ya sabes: 130€ y otro mes apretándote el cinturón.
Como si no fuera ya siempre así.
Qué poco dicen de todo eso el catalán y el Jorge javier!!! :S
ResponderEliminarClaro,saben que nadie va a contratar un abogado para denunciar el atraco,pq sería más caro...pero no estaría nada mal, que un abogado o un juez,picara,se enfadase como tú...y decidiera cerrarles el chiringuito.
No quiero ponerte de más mala lesheeeeee...pero ojalá se te quede en 130 la curiosidad...y no te ametrallen encima a mensajes publicitarios no solicitados,que tengo oido o leído por ahí...que encima,los paga el que los recibe. :(
P.D. A cuanto les saldrá la casa,a l@s que la consiguen???
Les deben tener prohibido hablar de ello.
Si, y deberían avisar con antelación del número de mensajes que tienes que enviar si quieres participar de verdad. Una cosa es que te hagan enviar dos o tres, y otra que después de 60 todavía no veas el final.
ResponderEliminarVaya Hera, siento lo de los 130€, pero quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. Todos alguna vez ponemos nuestras esperanzas en cosas que en el fondo sabemos que son un canelo. Pero claro, y si...y si toca...
ResponderEliminarEn fin, que son unos SIN-VER-GÜEN-ZAS (por no llamarles cabrones y desgraciados) que se aprovechan de la desesperación.
Y no creo que un juez pique, precisamente porque dudo que ellos estén tan desesperados.
Te vas a sentir mal por la pasta, pero no te castigues por haber caído en la trampa. Somos muchas las personas que en algún momento pensamos que NUNCA caeremos en semejante atraco, pero la desesperación (como dice Juno) y la ilusión que pone una en tener suerte por una puta vez en la vida,hacen que entremos al trapo a alguna de tantas estafas. Porque la suerte no tiene que ser siempre para los demás. Yo también he caí hace tiempo en algo parecido.Una vez comenzados los interminables mensajes me daba cosa echarme atrás por el dinero "invertido" y seguí, igual que tú, pero al final aunque tarde, paré y me enfadé conmigo por idiota. Pero no nunca seremos ni idotas ni ingenuas por tener un sueño.
ResponderEliminarTienes toda la razón xabadin, lo hecho, hecho está y no sirve de nada castigarse.
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