A veces me pregunto cómo narices somos capaces de tirar hacia delante en esta sociedad que nos esclaviza a un trabajo contínuo y desagradecido.
Si quieres intentar, que no necesariamente conseguir, llegar a ser algo/alguien, estás obligado a partirte los cuernos día y noche, por lo general realizando algo que ni te va ni te viene, y soñando mientrastanto con que algún día tendrás tiempo para poder hacer lo que realmente te gustaría. Tiempo, todo sea dicho, que raras veces llega.
Yo trabajo. También estudio. Soy independiente, que no es otra cosa, o esta es la conclusión a la que he llegado, que ser más dependiente de todo lo que te rodea excepto de la familia. Así que en realidad creo que soy más dependiente ahora que nunca.
Sinceramente, admiro muchísimo a la gente capaz de llevar este ritmo de vida con una inmensa sonrisa en la cara y felices por las oportunidades que la vida les ha dado. Yo, sin embargo, tengo momentos, como ahora, en los que no encuentro las fuerzas. Y es que si lo pienso son las 8:49 de la mañana, y hoy, como cada día, no volveré a casa hasta las 10 de la noche.
Si quieres intentar, que no necesariamente conseguir, llegar a ser algo/alguien, estás obligado a partirte los cuernos día y noche, por lo general realizando algo que ni te va ni te viene, y soñando mientrastanto con que algún día tendrás tiempo para poder hacer lo que realmente te gustaría. Tiempo, todo sea dicho, que raras veces llega.
Yo trabajo. También estudio. Soy independiente, que no es otra cosa, o esta es la conclusión a la que he llegado, que ser más dependiente de todo lo que te rodea excepto de la familia. Así que en realidad creo que soy más dependiente ahora que nunca.
Sinceramente, admiro muchísimo a la gente capaz de llevar este ritmo de vida con una inmensa sonrisa en la cara y felices por las oportunidades que la vida les ha dado. Yo, sin embargo, tengo momentos, como ahora, en los que no encuentro las fuerzas. Y es que si lo pienso son las 8:49 de la mañana, y hoy, como cada día, no volveré a casa hasta las 10 de la noche.
Te entiendo Hera. Esas ganas de romper el despertador, de mandarlo todo al carajo, de revelarte contra el mundo...Pero, eloqueai. Si hubiéramos nacido en familias con mucho dinero ahora estaríamos acabando nuestras respectivas carreas (o no, pero eso no nos quitaría el sueño), habríamos recorrido medio mundo en nuestro tiempo libre (que sería mucho)...y ais...un montón de cosas más que no quiero ni pensar. Peero, hay que mirar el lado bueno de las cosas: ¡qué satisfacción habernos hecho a nosotras mismas, cuántas cosas estamos aprendiendo!...(¿tú te lo crees?)
ResponderEliminarAunque no te sirva para irte ya mismo para casa,tb te comprendo yo,Hera.
ResponderEliminarY encima se supone que tenemos que estar agredecidos por tener una esclavitud,osea,un curre...que otros,muchos en nuestro pais,ni eso. :S
Yo tampoco entiendo pq la gente responde que es feliz,cuando se lo preguntan.
O bueno,si lo entiendo:la gente MIENTE MÁS QUE HABLA. :-p
Yo creo que forma parte de esa esclavitud el sentirnos obligados también a hacer ver que somos felices, como si no tuviéramos bastante con nuestras propias luchas.
ResponderEliminarLa felicidad está sobrevalorada y yo creo que ser feliz es un sentimiento que se tiene a veces, durante unos segundos, o unos minutos. Quizás en una situación inesperada, quizás en un momento en que no esperabas sentirte así.
Lo único que sé seguro es que hay que disfrutar de esos pequeños detalles que hacen que la vida valga la pena.
(Como véis, hoy estoy más optimista)
Así me gusta Hera, que seas positiva. Al fin y al cabo, yo creo que la felicidad es una actitud. Y sí, al final lo que importa son las pequeñas cosas, como dice Hera, los pequeños detalles del día a día. Por ejemplo, me acabo de comer un bocata de mortadela con olivas y luego un chocolate caliente, y mmmmmmm...qué feliz me siento, jejejejejej
ResponderEliminarPero, fuera de coñas, no creo que la felicidad esté sobrevalorada, al contrario, creo que no se le da la suficiente importancia. ¡HE!¡QUE HOY ESTAMOS VIVOS Y MAÑANA QUIEN SABE!Y como no creo en el cielo, ni en la reencarnación, no pienso desperdiciar la única vida que tengo. Y a pesar de todos los problemas hay que intentar ser felices, aunque a veces cueste. Aunque suene muy cursi, yo creo que hay que pintarse una sonrisa en la cara, pq al final te la acabas creyendo. Y es que los sentimientos no se pueden cambiar, pero sí las actitudes, y las actitudes cambian los sentimientos...uis...vaya rollo us he echau.
Pero claro, todo esto que se lo digan a esas personas que se mueren de hambre, o que han visto morir a sus seres queridos, o que pasan frío en la calle...¡qué bien se filosofa con el estómago lleno y la calefacción puesta!
Me has leído el pensamiento Juno.En esas estaba yo pensando,jejejeje.Es el arma favorita de los pesimistas, para atacar a los optimistas recalcitrantes,(vease Zapatero).Claro que ell@s se defienden llamándonos demagogos...que es una palabreja comodín, que les sirve para todo.
ResponderEliminarEn cualquier caso,hay que observar que las gentes de esos paises pobres,que no tienen ni el 20% de lo que nosotros acumulamos,tienen la famosa "actitud" que menciona Juno,y consiguen ser más felices que nosotros.
O al menos,lo aparentan. ;)