miércoles, 18 de noviembre de 2009

El amor no está predestinado a morir

Una de las cosas que más miedo da a una pareja enamorada es el paso del tiempo. Creemos que con éste estamos destinados a marchitarnos; creemos que nuestro amor, nuestro enamoramiento y deseo, se van evaporando sin remedio hasta desaparecer.

Así que nos resignamos a esperarlo.

Pues no es verdad.

Mi chico y yo llevamos tres años viviendo juntos. Durante este tiempo hemos pasado nuestros más y nuestros menos, hemos tenido épocas difíciles, fáciles y algunas, las peores, indiferentes. Sin embargo siempre llega un día en el que el cruce de miradas se tiñe de un brillo especial otra vez, un día en el que volvemos a sentir ese cosquilleo en el estómago, tan reconocible y difícil de explicar, un día en el que, como si fuera ayer cuando nos conocimos, se para el tiempo y nos dejamos llevar. Sin presión, sin responsabilidades, sin miedos.

***

Una copa de vino tinto. No cualquier vino, sino un vino argentino al ritmo de la carne asada, deliciosa, que estábamos tomando. Este es el preámbulo de nuestra cita en la que, como si no hubiéramos salido juntos de casa, ni fuéramos a volver juntos a ella, nos regocijábamos el uno con el otro.

Postre. ¿O es una suerte poder irnos juntos a casa?

Decidimos pasar por el supermercado para comprar lo necesario y pasar la tarde bebiendo mojitos. Nos compenetramos a la perfección, curioso presagio de lo que está por venir, y mientras él está comprando yo arreglo el salón, pongo velas, música y con picardía busco en el armario nuestro juego especial.

Él llega y todo es perfecto. No importa si teníamos cosas que hacer, ni si el teléfono suena, porque no lo escuchamos. No importa si pasan las horas y olvidamos cenar, porque el tiempo es nuestro, y nada puede arrebatárnoslo.

No importa que el cansancio y la resaca me nublen hoy la vista, porque momentos como ayer hacen que la vida valga la pena, y que pueda decir, sin un atisbo de duda, que el amor no tiene porqué estar predestinado a morir.

3 comentarios:

  1. Hera, gracias por hacer que sigamos creyendo en el amor (duradero). Pero no sé si tu ejemplo vale mucho, porque pocas veces he visto parejas tan compenetradas como vosotros...

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  2. Vaya,yo en esto soy pesimista...debe ser eso de que cada uno cuenta la feria,según le va en ella. ;)
    Creo que tienes razón en lo de que el amor no muere.Pero la convivencia,lamentablemente sí.
    No hay más que ver Gran Hermano. xD
    No hay una edición que no se tiren los trastos a la cabeza.
    Hasta las parejitas.Mirad a Arturo y Indhira. :-O

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  3. Hola Hera, gracias por tu comentario en mi Blog. Ya está arreglado lo del URl :)
    Respecto al amor...ufff¡qué decirte...!Es tan bello como jodido a la vez. ¿Quién acaba de entenderlo?
    P.D. Yo también pienso que si Dios existe es un hijo de perra. Comparto esa opinión contigo.

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