Dejar de fumar

El sábado hará 3 semanas que no fumo ni un solo cigarro. ¡Aplauso por favor! Será una prueba de fuego, porque voy a ir a una fiesta de Carnaval y es de marcha cuando me cuesta más no fumar. ¡¡El lunes espero deciros que PRUEBA SUPERADA!!

Y para los que estén pensando en dejarlo, les diré que los efectos beneficiosos se notan enseguida:

- Se me cae menos el pelo y lo tengo más brillante. (Tengo una larrrrrga cabellera, y siempre que me lavaba el pelo sacaba un gran matojo de la ducha...ajjss, ahora mucho menos).
- Me canso muuuuuchísimo menos. A la semana ya notaba la diferencia subiendo las escaleras de mi trabajo.
- Tengo la piel más resplandeciente. Yo hasta ahora pensaba que el concepto “piel resplandeciente” se lo habían inventado las revistas femeninas, pero sí, no lo sé explicar muy bien pero me miro al espejo y mi piel parece otra.
- No apesto a tabaco ni mis besos saben a cenicero.
- Descanso mucho mejor. Siempre he tenido problemas con el sueño, y cuando no fumo me quedo grogui enseguida y me despierto con la sensación de haber descasado mejor.
- No gasto un pastizal diario en comprar cáncer.
- No me siento esclava del tabaco.
- Una pequeña manchita que tenía en un diente me está desapareciendo, sin limpiezas ni blanqueantes, sólo con la higiene bucal diaria normal.
- No tengo que lavar la ropa tan a menudo, por ejemplo, un jersey que me he puesto un rato para ir a cenar (a un restaurante libre de humo) lo puedo aprovechar al día siguiente.

- Pero sobre todo, pienso que cada vez que no me fumo ese cigarro, estoy alargando mi vida y haciendo que sea más saludable, y por ello mejor.

Porque si lo pensamos detenidamente fumar es como llevar unos zapatos pequeños para sentir alivio al quitártelos. Sólo sirve para aplacar el mono que nos produce la nicotina. Ni siquiera coloca…aspira humo, saca humo, aspira humo, saca humo, pero qué absurdos somos…

Y para los que estén en contra de la nueva ley antitabaco, tengo que decir que a mí me ha ayudado mucho ir a sitios libres de humo, porque al no poder fumar, ya no lo piensas tanto. Y todos los fumadores sabemos que cuando tenemos claro que no podemos fumar nos aguantamos más rato sin desesperar. Además, la gente no va a dejar de ir a cenar o no va a dejar de ir a tomarse una copa o una café porque no se pueda fumar. Lo malo es cuando se puede fumar en unos sitios y en otros no, entonces sí que condiciona a la hora de elegir (yo jamás entraba a sitios libres de humos). Pero si no se puede fumar en ningún sitio, la gente usará otros criterios par decidirse por un lugar u otro.

Así que desde aquí animo a toda la gente que pasa por este diván a que dejen de fumar. Parece duro, y lo es, pero menos de lo que pensamos. Recomiendo la lectura de “Es fácil dejar de fumar si sabes cómo” de Allen Carr (conste que no es publicidad, yo no gano nada), a mí me ayudó.

Sé que sólo he ganado una batalla, no la guerra, pero…¡veo una vida nueva, y tú no estás en ella!