Y qué le voy a hacer...

La semana pasado fui al ginecólogo, por fin me dieron fecha para la pequeña intervención que tienen que hacerme. Me atendió el médico que me operará, y la verdad, tiene su sex appeal (parece que siempre esté pensando en lo mismo pero es que el ginecólogo es muy atractivo, lo suficiente como para comentarlo). Debe rondar los 40 y largos, canoso, alto…aunque con cara de estar hasta “el coño”, nunca mejor dicho.
La cuestión es que cuando yo le hacía las preguntas rutinarias, sobre el pre o post operatorio, me contestaba como cansao, con esa pose y ese tono de estar hablando de algo aburrido. Pero cuando le hice preguntas más difíciles, relacionadas con la operación, más de médico, entonces resurgió de sus cenizas y contestó todas mis dudas súper bien, hasta me hizo un croquis, y además me miraba a los ojos, se notaba que sabía perfectamente de lo que hablaba, todo un profesional vaya…Y a mí, pues qué quieres que te diga, los hombres inteligentes me ponen muchísimo. Pero bueno, cuando volvimos a hablar de temas rutinarios, se rompió el encanto, se volvió a recostar unos centímetros en su silla, y puso cara de “joder, en qué mal día me decidí por esta especialidad”.

Pues sí, las personas con mucha cultura y/o con una gran inteligencia, rápidas mentalmente, avispadas, ingeniosas, me fascinan, pues siento una gran admiración, y en ocasiones, si son hombres, la admiración se traduce en atracción.

Más de los mismo, aunque este tipo de atracción es otra vieja conocida…: hace unos días tocó mi novio, X, y bueno, como ya os conté en Los amigos de mi novio son mis amigos, Y, uno de los amigos con los que toca X, me pone. Hacía tiempo que se me había pasado la tontería, pero cuando le vi encima del escenario, volví a sentir una gran atracción por Y. Y es que da gusto verle tocar, pues es muy expresivo, y mientras toca, sobretodo en sus solos, parece que esté haciendo el amor, o mejor dicho, pone cara de estar follando.Sí, esa mueca que ponemos cuando recorre por nuestra cuerpo una sensación de placer tan intenso, que casi hasta duele. Esa es la cara de Y cuando toca la guitarra. Pero en fin, lo mío con Y tendrá que ser en otra vida.

¿Y qué le voy a hacer si yo nací en el Mediterráneo? O bueno, ¿qué le voy a hacer si no controlo lo que siento? Y no me vengáis con que no quiero a mi novio, o no me satisface o cosas por el estilo. No creo que tenga nada que ver son eso. Porque yo siempre he pensado que el corazón es muy grande, y se puede querer a más de una persona, más aún cuando lo que siento no es amor, es sólo química, feeling, atracción…