Donde dije digo, digo Diego

Hace un par de entradas dije que había vuelto con X. Pues no, duramos unas horas porque enseguida nos encontramos en el punto de desencuentro. Él lo quiere todo, una relación con sus formalismos y sus formalidades, yo tan sólo quiero que nos queramos y disfrutemos.

Un ejemplo de desencuentro son las vacaciones de verano. Yo sé que él adora ir a su pueblo en fiestas, y yo adoro ir al mío, pero las fiestas de ambos son en la misma fecha. Yo le propongo que cada uno vaya a su pueblo, que no pasa nada porque nos separemos unos días al año. Que podemos hacer todas las vacaciones juntos excepto esos días. Porque si nos lo turnamos como él quiere, sólo iríamos a nuestros respectivos pueblos cada dos años, y si ir una vez al año me parece muy poco, no quiero que dejemos pasar dos años cada vez. Pero no, él "no quiero separarse de mí en vacaciones". Y yo por eso soy una bruja insensible con miedo al compromiso. En cambio todos los findes del año que él tiene bolo y se va por media España, yo me alegro por él, le apoyo, y no le digo "es que no quiero separarme de ti".

En fin, sólo es un ejemplo, pero como esos hay muchos. Él siempre me ha dicho que una de las cosas que le enamoraron de mí fue que no soy la típica novia dependiente, que pienso por mi misma, que tengo carácter y personalidad, y más aspiraciones que casarme, tener hijos y cuidar de la familia. Es decir, que no soy como las chicas/mujeres de su familia. Pero en el fondo, es lo que quiere. Aunque siempre ha renegado de la manera de hacer las cosas de su familia, de las compromisos, de los convencionalismos, en el fondo es lo que quiere, quiere que siga el mismo patrón. No le culpo, es lo que ha vivido y lo que le han inculcado, pero entonces, tendrá que buscarse a otra.