Licencia

Riámonos señoras y señores, riámonos de la vida, que es gratis y produce endorfinas.

Joder, que sí, que soy fuerte. Que siempre veo el lado bueno de las cosas, que soy positiva y optimista, pero es que no puedo más. Creo que voy a estar triste unos días, ala, me voy a conceder esa licencia. Es que, ¡ coño ya !, nunca me permito estar ni un poco triste. Porque siempre me sale pensar en que hay gente que se muere se hambre o padece enfermedades o está sola en la vida...y no es mi caso. Así que, las pocas veces que estoy triste, me siento mal porque pienso que no tengo motivos suficientes para estarlo.

Pero creo que, que sin pretender ir de víctima, yo ya sí que me lo merezco, ya sí puedo decir que tengo motivos para estar triste. Y no es por que eche de menos a X ni ese tipo de cosas. Es porque gente a la que quiero está realmente jodida. Y por eso, por eso sí me permito estar de bajón y quedarme en casa todo el finde viendo pelis e incluso, si puedo, hasta llorando un poquito.

Pero, en fondo, de verdad de la buena, como evidentemente no quiero estar mal, me muero de ganas de reír, más bien, de que me hagan reír, de que me den un poco de alegría.

Porque, además del sexo y la comida, reírse es de las cosas que más placer producen instantáneamente.